1982 Volkswagen VW Golf I Rieger GTO Rojo 1:43...





Esta réplica a escala 1:43 del Ford Escort MK IV XR3 de 1990, en combinación verde con negro, rinde tributo a uno de los compactos deportivos más carismáticos que marcaron época en las carreteras europeas. Fabricado por IXO Models, este modelo captura con fidelidad el estilo agresivo y la actitud deportiva de un coche que fue símbolo de juventud y rebeldía a finales del siglo XX.
La cuarta generación del Ford Escort, lanzada en 1986, supuso una profunda renovación estética y técnica respecto a su predecesor. Más anguloso, aerodinámico y moderno, el Escort MK IV mantuvo en su gama versiones emblemáticas como el XR3, orientadas a los entusiastas de la conducción deportiva, pero sin perder la practicidad de un compacto.
El XR3 montaba un motor 1.6 de inyección electrónica (en versiones i), que desarrollaba 105 CV, permitiendo una aceleración de 0 a 100 km/h en menos de 10 segundos, cifras notables para un vehículo de su categoría. Su dirección rápida, suspensión afinada y estética agresiva con alerón trasero, faldones y llantas deportivas lo convirtieron en un referente de los “GTI accesibles”.
Este Ford Escort XR3 en color verde con techo y detalles en negro representa una de las combinaciones visuales más atractivas del modelo, con un aire desenfadado y juvenil. La réplica de IXO Models reproduce fielmente cada rasgo característico: desde los paragolpes abultados, los faros delanteros rectangulares y el distintivo alerón, hasta el capó con líneas marcadas que expresan velocidad incluso en parado.
Un detalle a destacar es el diseño del interior —visible a través de las ventanillas— donde se aprecian los asientos deportivos de corte clásico y el salpicadero ochentero, con su instrumentación analógica.
Escala 1:43
Réplica del Ford Escort MK IV XR3 de 1990
Acabado en verde con detalles en negro
Llantas deportivas y alerón trasero característico
Interior detallado
Fabricado por IXO Models
El Escort XR3 fue uno de los modelos más deseados por los jóvenes conductores europeos en los años 80 y principios de los 90, en parte gracias a su precio competitivo, su estética llamativa y un rendimiento notable. Además, el Escort fue el coche más vendido en el Reino Unido durante más de una década, y el XR3 simbolizaba la cúspide de su gama más emocional y divertida. En países como España, se convirtió en un habitual de los rallies regionales y en protagonista de miles de escapadas de fin de semana.