El RUF Yellowbird dejó una impronta difícil de igualar y en la propia RUF se hacían la pregunta de si serían capaces de hacerlo, después de haber creado un coche que se comía Ferraris crudos y apaleaba Lamborghinis ¿Era posible crear un sucesor que estuviera a la altura? ¿Podría el CTR-2 ser como en "el padrino" mejor la secuela que la original?
El motor, heredado del Porsche 962 de carreras del grupo C de Le Mans (CTR es una abreviatura de grupo C, Turbo y RUF) La física convencional ya no se aplicaba al poder encajarlo en la esvelta figura del Porsche 911 Turbo (type 993). Una rigurosa dieta que aligeró el peso a base de quitar componentes del interior y usar paneles de kevlar para la carrocería permitió reducir el peso hasta los 1.385 kg. en la báscula.
Como su predecesor, el CRT -2 tiene unas cifras de infarto con una velocidad máxima registrada de 350 km/h y un 0-100 por debajo de los 3,5 s. En 1995 el CRT-2 batió a todos los deportivos que había en el mercado incluido el Ferrari F50, el Jaguar XJ220, el Nissan R390 GT1 y la corona del coche de producción más rápido del mundo fue otra vez a las manos de RUF... Hasta que a alguien se le ocurrió quita el limitador de revoluciones al McLaren F1 en 1998.
La detallada parrilla, las llantas, así como la estilizada línea de la carrocería, así como el característico alerón de RUF están rigurosamente reproducidas, como siempre, para los productos de PARA'64. La línea PARA'64 está especializada en modelos a escala 1:64 con la calidad que caracteriza a este fabricante, los acabados de pintura, detalles de carrocería e interior te dejarán atónito para ser un coche a pequeña escala. La pintura es fiel a la original y Paragon la crea a partir de muestras obtenidas del propio fabricante.
No recomendado para los más peques de la casa porque incluye pequeñas piezas que se pueden desprender. Siempre enviamos los artículos según lo publicado, pero las características e imágenes mostradas no son contractuales y pueden diferir de las definitivas debido a diversos motivos ajenos a nuestra voluntad como, por ejemplo, errores de transcripción o cambios del propio fabricante. Los tonos de color pueden variar respecto a los reales según la calibración de su dispositivo.
