Tan deseable como sus primos con la marca de Martini, este Porsche 911 2.8 RSR de Kremer Racing en 1973 se convirtió rápidamente en el representante oficial de la marca Porsche en las pruebas de resistencia. Al comienzo de la temporada en 1973, los garajes de Kremer recibieron dos nuevos Porsche 911 RSR. El dúo se convirtió rápidamente en una referencia a tener en cuenta, a pasos agigantados del anterior 911 S. Permitió notablemente que el equipo se llevara a casa el campeonato de Gran Turismo después de vencer al Ford Capri de fábrica. El chasis victorioso de este Porsche fue recomprado después de la victoria, y participó en dos ediciones de las 24 Horas de Le Mans, así como en el Tour de Francia en 1975 y en varias carreras costeras, lo que demuestra que era confiable y altamente adaptable.
Clemens Schickentanz. 
John Fitzpatrick.
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