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Una leyenda del motor en formato de colección: el BMW M1 de 1980, ahora reproducido con exquisita precisión en escala 1:18 por Norev. Este modelo en gris metalizado rinde homenaje a uno de los deportivos más icónicos y raros de la historia de BMW, con detalles cuidados al máximo nivel y un acabado de alta gama digno de cualquier vitrina seria de coleccionista.
Concebido en los años 70 como un superdeportivo de homologación para las pistas, el BMW M1 (E26) fue desarrollado inicialmente en colaboración con Lamborghini, aunque finalmente la producción recayó en manos de Baur y la propia BMW. Su diseño fue obra del legendario Giorgetto Giugiaro, que lo dotó de una silueta baja y afilada con claras influencias del estilo italiano de la época.
Lanzado en 1978 y fabricado hasta 1981, solo se produjeron 453 unidades, lo que convierte al M1 en uno de los modelos más escasos de la marca bávara. Equipado con un motor seis cilindros en línea de 3.5 litros, desarrollaba 277 CV en su versión de calle, alcanzando una velocidad máxima de 262 km/h. Este propulsor dio origen a la famosa saga de motores de la división M, marcando un antes y un después en la historia del automovilismo deportivo alemán.
Aunque concebido para las pistas, el BMW M1 tuvo que reinventarse como coche de calle tras los problemas con la homologación del Grupo 4 de la FIA. No obstante, BMW decidió lanzar la Procar Series, una competición monomarca disputada como evento previo a varios Grandes Premios de Fórmula 1 entre 1979 y 1980, con leyendas como Niki Lauda (campeón en 1979) y Nelson Piquet (ganador en 1980) al volante.
En pista, el M1 sorprendía por su equilibrio, comportamiento neutro y agresividad mecánica. No ganó campeonatos mundiales, pero dejó una huella indeleble en la cultura del motorsport europeo.
La réplica que presenta Norev en escala 1:18 es una auténtica joya para coleccionistas, con acabados premium y un nivel de fidelidad sobresaliente:
Carrocería en gris metalizado, con líneas limpias y proporciones idénticas al modelo original.
Puertas y capós practicables, incluyendo apertura del motor trasero que revela el bloque M88 detallado con gran realismo.
Interior completo con texturas de asientos, salpicadero, relojes y mandos, tal como se veía en los modelos de producción.
Ruedas de cinco radios con neumáticos de perfil bajo, logotipos auténticos y molduras realistas.
Fabricado en metal fundido con elementos en plástico inyectado de alta calidad, con acabado de pintura brillante y componentes ensamblados a mano.
Fue el único modelo con motor central fabricado por BMW hasta la llegada del híbrido i8 décadas después.
El logotipo M tricolor que luce este modelo se estrenó precisamente con el M1.
El modelo apareció en videojuegos como Need for Speed: Shift, Gran Turismo y Forza Motorsport, donde siempre ocupa un lugar entre los clásicos de culto.